miércoles, 30 de abril de 2014

El Ángel Exterminador - angel de Llimona






El Ángel Exterminador, también conocido como Ángel Guardián, es una escultura de Josep Llimona de estilo modernista, de 1895. Se alza sobre las ruinas de un antiguo cementerio que a su vez se construyó sobre los restos de una antigua iglesia del siglo XV en Comillas, municipio de Cantabria (España).
El Ángel Exterminador es Abadón o Abaddon (del hebreo אֲבַדּוֹן, 'Ǎḇaddōn, "destrucción" o "perdición"). En el libro del Apocalipsis es el "Ángel del abismo sin fondo", quien reinará sobre las plagas de langostas que asolarán a la humanidad "no marcada en la frente con el sello de Dios". En Apocalipsis 9:11 también figura identificado como Apolión o como anticristo.
 
El cementerio de Comillas se ubica en el lugar de una iglesia parroquial del siglo XV-XVI.El lugar fue abandonado tras un incidente en una misa en el que varios vecinos de Comillas se enfrentaron al administrador del duque del Infantado por la reserva que éste hacía de los asientos.Tras este enfrentamiento, el regidor de Comillas acordó construir otro templo, y este fue así abandonado.Así, el lugar pasó a ser utilizado únicamente como cementerio. Con el paso de los siglos requirió una ampliación, y en 1893 se encargó tal tarea al arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner,[3] que estaba más que vinculado a Comillas, puesto que también llevó a cabo varios mausoleos en la Capilla del Palacio de Sobrellano, y la Fuente de los Tres Caños.
La reforma cambió por completo el lugar. Por un lado, conservó las ruinas del templo abandonado, protegiéndolas con un muro de mampostería rematado con pináculos. Por otro lado, introdujo nuevos elementos, como la fachada de acceso al recinto que hoy es BIC, o los mausoleos del interior. Para la realización de estos mausoleos, contó con la ayuda del escultor barcelonés Josep Llimona,que también realizó la escultura que en la actualidad más define la imagen del cementerio: el Ángel Exterminador (fechada entre 1894 y 1895). La figura tiene como base los restos del antiguo templo.[3]
Desde entonces, el camposanto ha conservado su estructura. En el año 1983, su fachada principal fue declarada Bien de Interés Cultural, lo que la convierte en un reclamo turístico más de Comillas. En la actualidad el cementerio es propiedad parroquial.[2]

Descripción

Fachada de acceso.
El cementerio se halla situado cerca del mar, sobre un promontorio que lo hace visible desde buena parte de Comillas y que le dota de un gran valor estético.
El acceso se realiza por el elemento en sí del cementerio que fue declarado BIC, una fachada monumental que está cubierta por un arco de medio punto redondo, ubicado bajo un tejado de dos aguas.Bajo el mismo, se halla la puerta de entrada, de hierro forjado.El camposanto está delimitado por un muro de piedra, que está rematado por todo tipo de pináculos decorados con cruces] Éstos siguen los desniveles del promontorio en el que se ubica el cementerio.
Los mausoleos, como ya se ha dicho, han sido diseñados por Domènech i Montaner, y esculpidos por Llimona. De entre todos ellos, el más destacado es el perteneciente a la familia Piélagos.Aunque sin lugar a dudas la figura más representativa del cementerio es el "Ángel Exterminador" de Llimona, por todo el recinto hay un gran número de esculturas de ángeles y otros motivos religiosos.
 
 

domingo, 20 de abril de 2014

LAS ALEGORIA DE Cesare Ripa

LAS ALEGORÍAS DE   Cesare Ripa


DIGNIDAD

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cesare Ripa
(nacido en 1555 en Perugia - † 1622 probablemente en Roma). Autor italiano del siglo XVI, estudioso aficionado de arte y autor de Iconología (Iconologia overo Descrittione dell'Imagini universali) (Roma, 1593), libro de emblemas muy influyente en su tiempo.
File:Ripa- Poesía.jpg
POESÍA

 

De niño Cesare Ripa entra en la corte del cardenal Anton María Salviati con la función de escudero. Miembro de la Academia dei Filomati y Intronati de Siena (empresas académicas dedicadas al estudio de obras literarias clásicas y antiguas monedas), que habría tenido contactos con la Accademia degli Incitati en Roma, donde vivió entre 1611 y 1620.
ARTE

 

En 1593 publicó la colección de alegorías: la obra, que tiene por objeto servir a los poetas, pintores y escultores para representar las virtudes, los vicios, los sentimientos y las pasiones humanas, es una enciclopedia que se presenta en orden alfabético, como alegorías de la paz, la libertad o la prudencia, reconocibles en los atributos y el color simbólico.
 
 
File:Ripa- Furor poético.jpg
FUROR POÉTICO
 

 
BELLEZA

"Nova Iconografía de Cesare Ripa"







 
 
 
 

 

 
FACHADA ATRIBUIDA A  CESARE RIPA




 
 

LA PASCUA, MISTERIUM FIDEI

 
 
LA PASCUA, MISTERIUM FIDEI
( Misterio de la fe)
 
 
 
 
Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, Nuestro Señor, ese único Maestro que los Masones Rectificados sabemos en el cielo.

“LA PASCUA, MISTERIUM FIDEI.” 
Estamos en el pórtico de la Semana Grande para los cristianos, en los umbrales del centro del Año litúrgico, prontos a celebrar la Pascua del Señor, su Pasión, Muerte y Resurrección; misterios centrales de nuestra fe y culmen de la Iniciación cristiana. Es el anuncio primordial de la predicación de los Apóstoles, el kerigma, el centro de la Buena Nueva de la Salvación del Divino Redentor.

 

Ante estos acontecimientos trascendentales de nuestra fe, quisiera compartir con vosotros, queridos Hermanos, una reflexión que nos ayude a todos a vivir conscientemente este misterio; año tras año, se nos invita a descorrer el velo del mismo y entrar en el Cenáculo místico junto a Cristo, para ser comensales suyos, escuchando su Palabra y gustando el verdadero maná que ha descendido del cielo. Es decir, a vivir desde el corazón la Pascua de Cristo, con Cristo y junto a Cristo. Misterio de fe que sólo aquellos que han recibido la luz del Espíritu Santo, pueden llegar a comprender y vivir, aunque siempre, eso sí, pobre y limitadamente, porque pobres y limitados somos los seres humanos ante la grandeza de los misterios de Dios, pues lo íntimo de Dios, solo lo conoce el Espíritu de Dios. Y lo que podemos llegar a conocer del mismo, es porque Dios nos lo ha dado a conocer. 

 
 
 
 

 
 
En realidad, la Iglesia primitiva, celebró siempre la Pascua cada semana en la Fracción del Pan del Día del Señor, es decir, cada domingo. Esto lo demuestra la dimensión pascual no sólo de la eucaristía, sino también de la misma simbología del domingo, llamado “día del sol” y “día octavo”. Aún se podría ampliar más este sentido simbólico tomando en consideración el carácter pascual de la Última Cena, en cuyo marco fue instituida la eucaristía y que conmemoraremos el Jueves Santo. El salto de la Pascua semanal a la Pascua anual significó en los orígenes de la Iglesia la primera piedra de fundación del Año litúrgico, durante el cual, los cristianos, vamos celebrando sacramentalmente los misterios de nuestra fe y las fiestas a ellos vinculadas. Significó en concreto, la asimilación del continuo transcurrir del tiempo y su sacralización, con sus estaciones y ritmos naturales, como plataforma para la expresión cultual periódica del misterio de Cristo. En torno a la Pascua anual, la que estamos pronto a celebrar, se estableció un tiempo de preparación que dio origen a la “Cuaresma”, y otro de prolongación que acabará llamándose primero “Pentecostés” y después “tiempo pascual”. 


¿De cuándo datan, pues, los testimonios que nos confirman la existencia de la Pascua celebrada una vez al año? La respuesta no es fácil ni segura. La opinión más generalizada hoy día, utiliza como base la carta que Ireneo dirigió al Papa Víctor (189‐ 198) y que Eusebio de Cesarea nos trascribe fragmentariamente en su Historia eclesiástica. Según esta carta, la Iglesia de Roma no celebró la fiesta anual de la Pascua hasta que la introdujo el Papa Sotero, hacia el año 165. Este paso se llevó a cabo por el influjo de las Iglesias de Oriente, que desde el año 135 comenzaron a celebrar en domingo la fiesta de la Pascua, primero en Jerusalén y después, a través de Alejandría, en las otras Iglesias. 


Hay actualmente una cierta tendencia a enfatizar las resonancias cósmicas que lleva latentes la celebración del año litúrgico. Esta tendencia se manifiesta con mayor insistencia respecto a la Pascua, representada como una fiesta de primavera. ¿Pero es realmente la Pascua una fiesta de primavera? La pregunta no es intrascendente. Hay muchos indicios, extraídos sobre todo de las antiguas homilías pascuales, que permiten la formulación de esta pregunta. De hecho, la fiesta de Pascua coincide siempre con una serie de circunstancias cósmicas que no han pasado inadvertidas a los predicadores y teólogos cristianos: la primavera, el equinoccio y la luna llena. Por otra parte, la tradición cristiana, inspirándose en la tradición hebrea, ha considerado la Pascua como aniversario de la creación de Dios. Todo ello ha contribuido a consolidar la impresión de que la Pascua es una fiesta de primavera. Es muy significativo a este respecto, un fragmento de la homilía pascual del Pseudo‐Hipólito, que se remonta a la segunda mitad del siglo II: 

“Una tradición secreta que circula entre los hebreos pretende hacer del mes de Nisán el momento en que Dios, artífice y demiurgo del universo, creó todas las cosas; el aniversario de la primera floración y de la belleza del cosmos, cuando el creador admiró complacido la vitalidad de su espléndida obra de arte. Según sus cálculos, los hebreos hacen notar la convergencia favorable de los astros, la suavidad del clima, la regularidad del sol, el nacimiento de la luna llena; observan el madurar de los frutos, el crecer de las plantas, el romper de las flores en los árboles y el nacimiento de los nuevos corderos en el rebaño. Es cuando toda la tierra se cubre de verdor, cuando los árboles florecen impacientes por volcarse hacia afuera y dar a luz sus frutos” (In sanctum pascha 17; ed. P. Nautin, Homélies pascales I, París 1950, 144‐146). 

Efectivamente, existe una antigua tradición hebrea, recogida por los escritores judíos de la escuela alejandrina, en concreto por Filón, que consideran la Pascua como el aniversario de la creación. Según ellos, Dios creó todas las cosas en el mes de Nisán, que es el primer mes del calendario judío. Es el mes de la primavera y del reverdecer de los campos. Es, también, el mes de la Pascua. El cristianismo ha recogido esta tradición judía y también ha establecido una vinculación estrecha del tema de la creación al tema de la Pascua. Baste recordar que la primera lectura con la que se comienza el ciclo de la Palabra de Dios en la Santa Vigilia Pascual, es la lectura del libro del Génesis: 

Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era un caos informe; sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. 

Y dijo Dios: 
‐“Que exista la luz”. 

Y la luz existió…” 

Palabras que para nosotros, queridos Hermanos, tienen un eco familiar y enormemente significativo. A la luz de esto, la pregunta surge de nuevo: ¿es la Pascua una fiesta de primavera? En realidad nos estamos preguntando por el contenido de la fiesta de la Pascua. ¿Qué celebramos? ¿Celebramos el renacimiento periódico de la vida, de la energía y de la luz? 

Para responder adecuadamente a la pregunta hay que tener presente que el cristianismo es una religión histórica, cuyo punto de partida está constituido por una intervención libre y espontánea de Dios en la historia de los hombres. El culto cristiano no celebra el rodar cíclico y permanente de las estaciones, sino esas intervenciones maravillosas y salvíficas de Dios en la historia que culminan en Cristo, en la plenitud de los tiempos. Esto hay que decirlo de cualquier celebración cristiana, pero especialmente de la Pascua.


Es cierto, sin embargo, que el entorno cósmico de la fiesta de la Pascua, celebrada en el plenilunio de primavera, confiere a esta solemnidad un colorido especial y unas resonancias cósmicas que no pueden pasar inadvertidas. Resonancias, por otra parte, que la teología y la predicación cristianas han utilizado por motivos eminentemente pedagógicos. Es indudable que el fenómeno cósmico de la primavera, en cuyo marco se celebra la Pascua, y las referencias a la creación primordial, ofrecen al predicador unas analogías impresionantes con el contenido salvífico y regenerador de la Pascua. Pero, en realidad, el contenido nuclear del misterio de la Pascua es el triunfo de Cristo sobre la muerte, su paso de este mundo al Padre y, en definitiva, el inicio de un proceso de transformación en el que se ve inmersa la historia de los hombres y hasta la creación entera. 

El misterio cristiano que nos disponemos a celebrar, la Pascua del Señor, que abarca el triduo santo (Jueves Santo, celebración de la Cena del Señor; Viernes Santo, celebración de la Pasión del Señor; y Domingo de Resurrección, con la Vigilia Pascual precedente), nos introduce, litúrgicamente, en la vivencia personal y comunitaria del misterio de Cristo: su Muerte y Resurrección. A través de ello se nos invita a morir y resucitar a una vida nueva según el Espíritu, a un renacer de nuevo a través del agua y del Espíritu, a florecer y reverdecer al igual que sucede con la naturaleza, a pasar de las tinieblas a la luz, del pecado a la gracia, de la esclavitud de nuestros “Egiptos” a la libertad de la tierra prometida, de la Jerusalén terrena a la Jerusalén celestial. 

Hay además un grupo de autores de los primeros tiempos de la Iglesia que nos ayudan a comprender el sentido profundo de la Pascua cristiana en su vinculación con la Pascua hebrea, influidos por la tradición joánica: Apolinar de Hierápolis, Clemente Alejandrino, Melitón de Sardes, Ireneo de Lyón, Hipólito de Roma y otros. Todos ellos ven en la inmolación de Cristo en la cruz como la culminación de la Pascua del cordero. Cristo es el cordero definitivo que ha sustituido para siempre al cordero de la vieja Pascua. Cristo entregó su vida en la cruz, realizando así el sacrificio supremo, en el mismo momento en que los judíos inmolaban el cordero pascual en el templo al atardecer. La tipología pascual, en vez de referirse al paso del Mar Rojo, conecta directamente con la inmolación del cordero: Cristo como Agnus Dei que quita el pecado del mundo. Además, estos autores, en vez de interpretar la palabra “pascua” en el sentido de “paso” o “tránsito”, lo hacen en el sentido de “padecer”. 

El mismo Tertuliano, a través de numerosos testimonios, deja entender que también en la Iglesia de África la Pascua es celebrada como memorial de la muerte del Señor. Según él, la comunidad cristiana, al celebrar la Pascua, aparece como sumergida y bañada en la sangre del Señor. Por eso aconseja la celebración del Bautismo en esa fecha. Pero sólo en el momento de la Eucaristía la comunidad experimenta la presencia gozosa del Señor resucitado. Entonces es –precisamente en el banquete eucarístico‐ cuando se rompe el ayuno pascual y da comienzo la fiesta. La tristeza se transforma en alegría desbordante y la espera ansiosa queda colmada por el encuentro con el Señor. Recordemos las palabras de Orígenes en su libro Contra Celso, escrito hacia el año 248, que dicen: 

“Para aquel que ha comprendido que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado, y que la fiesta se celebra comiendo la carne del Logos, no hay momento en que no se celebre la Pascua, palabra que significa paso. Este, en efecto, con el pensamiento, con toda palabra y con toda acción, está pasando siempre de las cosas de esta vida a Dios y se apresura hacia la ciudad celeste.” 

Siguiendo la misma línea de pensamiento, Eusebio de Cesarea afirma por su parte: 

“Celebrando la fiesta del tránsito, nos esforzamos por pasar a las cosas de Dios, como un día los hebreos pasaron de Egipto al desierto… Realicemos con ahínco el tránsito que lleva al cielo, apresurándonos a pasar de las cosas de acá abajo a las cosas celestes y de la vida mortal a la vida inmortal.” (De sollemnitate paschali) .

Para terminar esta breve reflexión sobre el sentido profundo del misterio pascual como misterio de nuestra fe, querría señalaros, queridísimos Hermanos, que participando en el Santo Triduo Pascual, os fijarais en el desarrollo del rito cristiano y en el profundo simbolismo que encierra, lección magistral de Teología y vivencia radical del misterio que contiene. Especialmente os señalo el “Lavatorio de los pies” y la “liturgia eucarística” del Jueves Santo; la “Adoración de la cruz” el Viernes Santo, y el “Lucernario”, el canto del “Pregón pascual” y la “Bendición del Agua” en la Vigilia del Domingo de Resurrección. 

A modo de conclusión, como masones cristianos que somos, os invito a que la Pascua de la Iglesia, a la que pertenecemos por el Bautismo que hemos recibido, seamos de una u otra confesión cristiana, sea para todos semejante a la Pascua de Cristo, una verdadera comunión en la caridad con la “pasión” de la humanidad, necesitada de redención. Vivir la Pascua de Cristo significa morir como él al hombre viejo para revestirnos del hombre nuevo, dejando atrás las obras de las tinieblas y realizando las obras de la luz. Sólo así los cristianos viviremos la Pascua como un proceso de transformación y de cambio, teniendo como meta la resurrección de Cristo que es también nuestra propia resurrección. 

Con mi bendición y afecto, recibid un fraternal abrazo en Cristo. ¡Feliz Pascua! 

SABADO DE GLORIA , DOMINGO DE RESURRECCION

 
 
“SÁBADO DE GLORIA, DOMINGO DE RESURRECCIÓN”
 
 
 
 
 
El masón no es enemigo de ninguna religión, y su mentalidad abierta, libre de sofismas y supersticiones, le lleva a ahondar en su propia religión apreciando lo bello, sublime, y el espíritu esotérico de todo ceremonial.
 
Casi todas las ciencias teológicas contienen dos aspectos fundamentales: El Exotérico para el pueblo, y el Esotérico para aquellos que tienen una consciencia más amplia y una mente más incisiva para comprender. El Cristianismo no es la excepción, y San Lucas 8:7-10 así nos lo dice: “A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan”.
 
Algunos religiosos al igual que algunos Masones, distorsionan las ceremonias mutilándolas, improvisando, o lo más común, desarrollando meticulosamente un ritual, y perdiendo de vista el espíritu del ceremonial.
 
La fe, es una fuerza que despierta otras fuerzas que yacen en lo profundo del hombre, pero como dice San Pedro 2 P:1-7 “Añadid a lustra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia piedad; a la piedad, afecto fraternal; al afecto fraternal, amor”, Si, a la fe agregarle conocimiento, pero esté no se encuentra leyendo de lo mismo, porque solo continuaras teniendo un visión limitada por el circulo en que te encuentras.
 
 
 
Desde que tenia pocos años de edad, me preguntaba ¿Cómo. Cristo al morir en la cruz salvo a la humanidad? ¿Cuál fue el proceso? Porque, no comprendía, como la muerte, no solo de Jesús, sino de cualquier persona por muy santa, podría salvar al hombre, y las explicaciones religiosas no me satisfacían, ni aclaraban el misterio.
“¿Como describir lo indescriptible? es imposible, mas el místico en su deseo por compartir la luz, a recurrido al símbolo que es un lenguaje mas abierto, pero las personas sin comprensión, han confundido simbolismo por realidad”.
 
“SÁBADO DE GLORIA, DOMINGO DE RESURRECCIÓN”
 
Para todos los que seguimos la tradición judeo cristiana, la semana santa, es un tiempo de reflexión y meditación, la cual nos lleva a los momentos de la pasión del cristo, que “festejamos” cada quien de acuerdo a sus conocimientos, cultura y tradición. Estos ceremoniales son alegorías que aportan luz a verdades disimuladas entre ellas.
 
Fulcanelli nos dice: “nuestra estrella es única y, sin embargo es doble. aprende a distinguir la huella real de su imagen, y observa que brilla con mayor intensidad a la luz del día que en las tinieblas de la noche”, “los dioses han otorgado al hombre  dos estrellas para que le conduzcan a la gran sabiduría”, ¿el exagrama y el pentagrama?…para mi, el vía crucis del cristo inicia con su nacimiento, motivo por el cual no pude sustraerme a mencionar la estrella de belén de cinco puntas, que son dos y a la vez es una, y que guió a los Tres Reyes Magos, y a los pastores, a la gruta donde nace Jesús, él que a de ser el Cristo, redentor de la humanidad.
 
“Y aquel verbo fue echo carne y habito entre nosotros” jn. 1:14. si, algunos escritores dicen que el hombre es un Dios echo hombre, y ahora falta que el hombre se haga dios”; Jesús sabedor de su inminente arresto, se retira a orar en el monte getsemani y le dice a pedro, Jacobo y Juan “mi alma esta muy triste, hasta la muerte”, y dirigiéndose al padre ora, “el espíritu esta presto, pero la carne se revela”, en estos momento, Jesús, libraba una batalla mortal, la carne se negaba al sacrificio, mientras que el alma buscaba la divinidad del grado Cristico.
 
Jesús es entregado por Judas por medio de un beso, ¿Será Judas la Sephirah Daat, el intelecto?, “Una vez aprendido, Jesús es conducido hacia Pilatos, y en el transcurso del camino, Pedro los sigue a corta distancia, siendo reconocido en tres ocasiones en las cuales niega ser seguidor de Jesús, entonces el gallo canta tres veces, y con ello, Pedro rompe a llorar,” MC.14:66-72. pedro que quiere decir “roca” es el símbolo de la materia, el gallo símbolo solar, es aquel que cuando la noche esta mas oscura y a punto de amanecer, y que por el horizonte, al oriente asoma el lucero de la mañana, mercurio el mensajero de los dioses ò Venus, phsphorus, lucifer el que porta la luz,  el cual anuncia la inminente salida del sol, la luz de la consciencia que disipa las tinieblas de la inconsciencia de la materia, Cristo, que no es otra cosa que un dios solar.


 
El mito solar representación de nacimiento, vida y muerte, de casi todos los avatares que a tenido la humanidad, el sol que con su luz disipa las tinieblas de “la inconsciencia” de la materia, nos habla del nacimiento ó el despertar de la autoconciencia del hombre;
La semana santa se calcula tomando en cuenta el equinoccio Bernal y el plenilunio; el sol en su viaje anual inicia en Aries, el cordero, primera columna de nuestro templo, al noreste de nuestras logias, esta fecha para los místicos tiene un alto significado; por otra parte, la luna con su panteón de diosas, las madonas que en su regazo portan al niño dios, que algún día se a de convertir en el cristo, la luna siempre se a conocido como un símbolo de la materia. Y en este caso, en medio de un cielo oscuro, está la luna llena, como si estuviera preñada a punto de parir ó dar a luz.
 
Se canta gloria entre el sábado y el domingo, día solar ò día del señor, ó sea, se cantaba gloria al amanecer del domingo, cuando el sol renacía del invierno y se iniciaba el nuevo ciclo ó el año nuevo de la naturaleza, con la primavera; esto ultimo coincide ò es continuidad de ritos “paganos” anteriores al cristianismo, como: “los misterios menores de eleusis”, “la fiesta de los locos”, ó “la fiesta del asno” que estaba altamente relacionada con Dionisio, pan, ò baco el cual siempre portaba una copa ò grial en su mano rebosando del vino de la vida eterna, la ambrosia de los dioses. etc.
¿Será acaso la crucificacion de Jesús, la crucificacion del alma en el cuerpo humano, por tres clavos y con una corona con doce espinas?…. es aquí cuando al tetragrámaton, nombre sagrado “YHVH” con cuatro letras hebreas   las cuales representan los cuatro elementos de la naturaleza, tierra, agua, aire y fuego, con los cuales esta formado el universo material, los cuatro arcángeles: Rafael, Gabriel, Mikael, Uriel o Saldalfon. el “INRI” del Caballero Rosacruz, las cuatro puntas de la cruz, es en este momento cuando le es insertado en medio de las cuatro letras,  la letra 21 del alfabeto hebreo, la “Shin” (el espíritu santo),  convirtiéndose de YHVH   en  IESHOHUA   ó sea “Jesús el Cristo”, el cordero, Aries, el rayo ó causa inicial,  que aparece o inicia su carrera el 21 de marzo, símbolo del fuego, la voluntad y su parte adversa y complementaria es leo, símbolo solar y de fuerza. “mors, ego sum mortis. vocor agnus sum leo fortis” (yo soy, la muerte de la muerte. me llaman cordero, soy un león fuerte, iglesia de Armenia)… recuerda caballero del real arco 13º “inventi verbum in ore leonis”.
 
El día mas grande de la cristiandad, es cuando el cristo resucita entre los muertos, ¿debemos entender como los muertos, la falta de consciencia, y la resurrección como el nacimiento de la consciencia? Y quizás, porque no, ¿La eternidad, conservar la consciencia después de muertos?, “Dios, no es Dios de muertos, sino Dios de vivos” Mc. 12:27 ¿Personas con consciencia cuando están vivos, y la conservan aún después de muertos?

 
La resurrección del Cristo, es el día más grande de la Cristiandad universal, es en este momento, cuando en casi todos templos cristianos se canta gloria, gloria en los cielos y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad, en este festejo se bendicen el agua y el fuego, ritual impresionante en palabras y actos que aportan mucha luz sobre los misterios esotéricos del cristianismo, se instalara un pebetero ardiendo a la puerta oeste del templo, ó sea entre nuestras columnas de virgo (la virgen) y libra. Muy cerca del mar de bronce y siendo el agua símbolo de la materia, seria ahí donde el niño dios se encarna y nace de una virgen… ó ¿donde se encarna toda alma?
Al oriente, cerca del altar ponen un gran recipiente de agua, el templo esta oscuro y lleno de personas portando velas sin encender, y recipientes llenos de agua, el oficiante baja del altar, y camina por el centro del templo de oriente a poniente portando un enorme cirio apagado, llega a la puerta poniente donde se encuentra un pebetero ardiendo… Iblis, la serpiente en el árbol del conocimiento, en el jardín del edén, y enciende su cirio ¿adán kadmon?, al tiempo que expresa “Hermanos esta es la noche santa, en que nuestro señor jesuscristo paso de la muerte a la vida”, “Cristo ayer y hoy, Principio y fin, Alfa y Omega, Suyo es el tiempo y la eternidad” El cristo siendo el Alfa y el Omega, el principio y el final. ¿La materia Primordial? ¿El Oroborus, la serpiente que se muerte de la cola, en un incesante nacimiento, vida y muerte?
 
Regresa lentamente de poniente a oriente al tiempo que la grey enciende sus velas tomando fuego de su cirio, iluminándose todo el templo, él cual había que permanecido oscuro hasta ese momento, el templo simboliza el universo material, y las velas encendidas a la humanidad extendida por toda la faz de la tierra que sale de la oscuridad, despertando ó naciendo su autoconciencia ante los rayos vivificantes del dios solar. “Esta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso”… ¡Que noche tan dichosa, en que se une el cielo con la tierra, lo humano con lo divino!
 
Dentro del ceremonial, el cirio es introducido (poco antes de la mitad) en el gran recipiente de agua, símbolo de la materia, la natura, las palabras que se expresan no las recuerdo literalmente, pero hablan del:
 
Genesis:1,1-2,2
Genesis:22,1-18
Exodo:14,15-15, 1
Isaias:54,5-14
Is:55,1-11 Is: 12
Baruc:3,9-5. 32-4,4
Ezequiel: 36, 16-28
San Pablo a los Romanos: 6,3-11
San Marcos 16, 1-17
1 Corintos: 5, 7-8
 
 “¡OH! noche verdadera, noche santa, noche feliz que unes al hombre con el cielo”, “afirmaste la tierra sobre sus cimientos, no se moverán jamás”, y claro de la resurrección de Jesús el cristo; todo esto no puede ser narrado con palabras, debe ser vivido y dejar que la emoción amplié y eleve vuestra consciencia mas allá de las palabras y del plano de las formas y la materia, percibiendo la grandeza espiritual y esotérica del ceremonial
 

Los festejos de la pasión del cristo, aparentemente vienen desde tiempos paganos, y tienen una relación astronómica y en especial con el curso del sol por la bóveda celeste, son festejos agrícolas que nos hablan del fin del invierno y la llegada de la primavera… sin embargo ¿acaso no es la naturaleza el reflejo de dios?.
 

“A vosotros os es dado saber el misterio del reino de dios; mas a los que están afuera, por parábolas todas las cosas” mr. 4:11, mt. 13:10-11, lc. 8:10 con lo anterior expresaba que había dos conocimientos, el exotérico para el pueblo y el esotérico para los iniciados; tratar de estudiar los libros sagrados por las palabras literales, no es muy difícil, sino imposible, pues no pueden sostenerse por la lógica y la razón, solo por la fe ciega y el dogma.
 
“¿No sabéis que sois templo de dios, y que el espíritu de dios, mora en vosotros?” Co. 3:16, pero el hombre no acepta su divinidad y en un estado de confort, solo sigue como cordero las palabras de sus guías en forma ciega; “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” jn.8:32 el cristo vino a liberar al hombre, pero como dijo friedrich nietzsche “y ahora, ¿quien salvara al hombre de su salvador?”, la libertad trae aparejada la responsabilidad, una carga demasiada pesada para llevar, pareciese que el hombre no desea ser libre y en cuanto logra su libertad, corre en pos de nuevas cadenas. Quizás el pecado más grande de los guías “espirituales”, es no enseñar al pueblo y someterlo por medio de la superstición, el miedo y su ingenuo candor; el pecado más grande del pueblo es su indolencia y apatía.
 
“La piedra que los constructores rechazaron, ha sido convertida en la piedra maestra del Angulo, sobre la que descansa toda la estructura del edificio; pero es también escollo y piedra de escándalo, contra la cual tropiezan para su desgracia”.
El ceremonial anteriormente narrado, esta basado en la tradición Católica Romana, pero existen variantes según distintas tradiciones, como las religiones Ortodoxas y Anglicanas, todas son hermosas, profundas en su revelación y altamente inspiradoras; El espíritu emocionado ante el ceremonial, reacciona susurrando con voz queda de boca al oído… de quienes capaz de escuchar.
 
La liturgia del caballero rosa cruz 18º tiene un hermoso y profundo ceremonial esotérico propio de estas fechas, “La cena Mística” la cual debe desarrollarse el primer plenilunio de primavera, ó el jueves santo… ¡Oh! Caballero Rosa Cruz ¿donde has de buscar la palabra perdida?, sigue el vuelo del Pegaso, y escucha el lenguaje de los pájaros que vuelan sobre los valles y campamentos, sobre los cedros del Líbano, calla tu ego, y entra en el silencio profundo de tu ser, escucha con atención y suma humildad, la voz insonora de tu maestro interior… El Cristo.
 
 
¡Ay de vosotros, interpretes de la ley! Porque habéis quitado la llave de la ciencia; Vosotros mismo no entráis, y a los que entraban se lo impedís!.

lunes, 7 de abril de 2014

LUNA DE SANGRE (MARTES SANTO 15 DE ABRIL DE 2014)


LUNA ROJA ( LUNA DE SANGRE )

 
El próximo 15 de abril la luna adquirirá el color de la sangre. Al estar completamente inmersa en la sombra de la Tierra, se convertirá en una 'bola rojiza', dando inicio al fenómeno que algunos cristianos ven en una dimensión bíblica.
El eclipse arrancará a las 5:20 GMT, momento en el que la luna empezará a entrar en la sombra de la Tierra para situarse en una línea recta con nuestro planeta y el Sol.
La Luna se volverá de color rojizo debido a la refracción de los rayos solares en la atmósfera terrestre.


 
 
El eclipse, que durará 78 minutos, se podrá ver en América del Norte y la parte occidental de Sudamérica.
Lo insólito de este eclipse es que será el primero de los cuatro lunares totales que los habitantes de la Tierra podrán observar en los próximos dos años, la llamada tétrada.
 

La tétrada ocurrirá en intervalos de aproximadamente seis meses, los tres finales se avistarán el próximo 8 de octubre, y en 2015 el 8 de abril y el 28 de septiembre.


 
El pastor John Hagee sugiere en su libro ‘Four blood moons: something is about to change’ que la tétrada cumple la profecía bíblica vinculada al Apocalipsis.
“Hizo la luna para marcar los tiempos”. Salmo 104:19
“Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas”. Lucas 21:25
“El sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas”. Mateo 24:29
“El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el día grande del Señor”. Hechos 2:20
Las tétradas de eclipses de Luna no son nada único, ya que se han producido anteriormente.
Sin embargo, en el curso de 300 años desde 1600 no hubo ninguna.